Tus pies merecen el mismo cuidado que le das al resto de cuerpo y eso implica mantenerlos en buenas condiciones y no, no solo hablamos de cortar tus uñas o cambiarte los calcetines diariamente, si en algún momento comenzaste a notar enrojecimiento, comezón, descamación o mal olor, debes tener cuidado y hacer algo al respecto, pues podría tratarse de pie de atleta.
El pie de atleta es un tipo de infección de la piel causada por hongos, no suelen ser peligrosos pero a veces pueden causar enfermedades. Cuando infectan la piel, pueden causar erupciones leves pero molestas, estos comienzan a crecer de forma descontrolada cuando el medio en el que viven se vuelve cálido y húmedo, y empiezan a causar síntomas como los que ya mencionamos antes: comezón, mal olor, descamación o salpullido que puede llegar a ser muy molesto.1,2
Cuando no hacemos caso a los síntomas, el pie de atleta puede ser un problema persistente y propagarse a otras partes del cuerpo como las manos (si lo rascas o tocas la zona infectada), las uñas de los pies y la ingle, ya que el hongo puede trasladarse a través de las manos o las toallas.1
Si el problema es leve, basta con que inicies un tratamiento con una crema especializada de libre venta como Conazol®, que con su acción antimicótica de amplio espectro aniquila los hongos productores del pie de atleta; además alivia y previene el mal olor, sudoración, comezón y descamación.
Solo debes aplicarla de una a dos veces al día durante 15 días en la zona afectada, es importante que continúes con el tratamiento por lo menos una semana después de que empiezas a notar mejoría para logra la eliminación del hongo. Además, Conazol® te ayuda a prevenir el contagio por hongos, por lo que puedes usarlo diariamente, pues cuenta con una presentación para cada miebro de la familia y sirve para erradicar el hongo de cualquier parte del cuerpo.3
Así que ya lo sabes, deja de creer que el hongo desaparecerá por sí solo, haz caso a los síntomas y protégete del pie de atleta con Conazol®. Si los síntomas no desaparecen, lo mejor es que consultes con tu médico.