Aunque su nombre suene engañoso, no solo las personas que practican algún deporte son propensas a padecer pie de atleta, su nombre se debe a que afecta a personas que suelen tener los pies húmedos y sudorosos, una condición común en los deportistas, pero que no es exclusiva, ya que, al ser una infección causada por hongos que se encuentran en superficies comunes, como las regaderas, cualquiera podría contraerla.1
¿Cómo se contagia?
Aunque su nombre suene engañoso, no solo las personas que practican algún deporte son propensas a padecer pie de atleta, su nombre se debe a que afecta a personas que suelen tener los pies húmedos y sudorosos, una condición común en los deportistas, pero que no es exclusiva, ya que, al ser una infección causada por hongos que se encuentran en superficies comunes, como las regaderas, cualquiera podría contraerla.1
¿Cómo lo trato?
Con un producto especializado como Conazol®, que con su acción antimicótica de amplio espectro aniquila los hongos productores del pie de atleta y elimina los molestos síntomas. Aplícalo una o dos veces al día en la zona afectada y recuerda que es importante continuar con el tratamiento por lo menos una semana después de empezar a ver mejoría, para asegurar la eliminación del hongo.2
También puedes usar Conazol® diariamente para prevenir el contagio, ya que cuenta con distintas presentaciones que se adaptan a tu estilo de vida y te ayudan a prevenir y erradicar el hongo de cualquier parte del cuerpo. Recuerda que si la infección no mejora o tienes dudas, debes consultar a tu médico.1,2